
Nuestra sociedad cada día es más permeable a los problemas de los demás, siendo la discapacidad una condición que, cada vez más, entendemos no tiene porqué tener connotaciones negativas.
Todos tenemos capacidades que nos hacen diferentes al resto, y por ende, todos tenemos algún tipo de discapacidad o falta de capacidad.
La infancia y la adolescencia son etapas que nos definen como personas, que marcan nuestra forma de entender el mundo y de relacionarnos con los demás. Educar en la tolerancia y crear consciencia de las necesidades especiales que pueden tener algunas personas es una tarea que concierne principalmente a los padres.
PROPONEMOS actividades para todos y en las que protegeremos el acceso a quienes necesiten algún tipo de atención especial. IMAGINAMOS un escenario en el que las personas con discapacidad se sientan realmente integradas y puedan compartir y convivir con el resto en igualdad de oportunidades.